Una extraña desidia hizo que colapsé. Ya no era más el encantador espejo de agua donde los barranquinos solían disfrutar de instantes imborrables. El acta de defunción se la extendieron en el 2002, al firmar un contrato de concesión con el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) –una empresa privada.
Mediante este documento el IAC administraba los 15 mil metros cuadrados –que era el terreno donde estaba asentado el parque
En ese mismo contrato, el IAC se comprometía a construir, lo que dieron en denominar, el Museo de Arte Contemporáneo.
Como es por todos conocido, el IAC nunca construyó ningún “Museo de Arte Contemporáneo” y, como consta en los registros de
Desde el
La presente gestión, ante el sistemático incumplimiento del contrato por parte del IAC y el pedido unánime de los vecinos de Barranco por recuperar el espacio público, que por derecho les pertenece, resolvió de acuerdo a ley el contrato con el IAC el pasado 19 de septiembre del 2007. Se solicitó la entrega de los 15 mil metros cuadrados del terreno municipal.
Actualmente,
Otra de las fundadas razones de la clausura, se sustenta en la demostración del uso de las instalaciones, que han servido para la realización de actividades sociales que nada tienen que ver con la promoción de la cultura. Existen grabaciones en video y recibos que prueban cobros no autorizados por parte de IAC para la utilización de terceros el terreno de los barranquinos.
La actual gestión, no hace más que asumir la defensa y el patrimonio de un área que por ley es intangible, y que por historia, tradición y derecho le pertenece a todos los vecinos de Barranco.
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